viernes, 24 de abril de 2015

Cicloturismo, costa Norte de Portugal hasta Galicia. Oia-Vigo 51kms.

Desperté ya en Galicia con un poco de humedad en los huesos pero con un paisaje increíble mirando al Atlántico y junto a un cómodo carril bici que me llevó hasta el desayuno en Mougás.
Con la llegada de septimebre la turística Galicia se va vaciando y eso hizo que llevara un trayecto realmente tranquilo, aún a pesar de algún fanático de la velocidad que tomaba la carretera de la costa como su circuito de carreras particular.



El recorrido por esta zona de la costa gallega no puede ser más grato.
No hay grandes poblaciones hasta llegar a Baiona, lo que permite disfrutar de zonas de arbolado, algunas praderas con caballos y vacas, campos de cultivo y casitas aisladas. Todo ello con el Atlántico de fondo.
Para hacerlo aún mejor salió un día estupendo y pude aprovecharlo a tope.
Un aprovechamiento que incluyó un vermú con tapas en la genial Baiona. Unas tapas elaboradas y gratis con el vino, albariño y riberiro, por supuesto.


Pero no todo había de ser gusto al cuerpo y deporte y aproveché para detenerme en el memorial de a volta dos nove (la curva de los nueve). Recuerdo de una de las muchas matanzas cometidas durante la guerra civil en la que nueve vecinos de la zona fueron asesinados por las tropas fascistas. Desde ese día y hasta bien acabada la dictadura, van a aparecer en esa misma curva, dibujadas en el suelo, nueve cruces en recuerdo de los nueve hombres.Ahora queda una placa y un documental que se estrenó en octubre de 2014.

Paradas varias, que incluyeron playitas de lo más relajante, llegué a Coruxo, concello de Vigo, donde me acogieron Reyes y familia. Muchas gracias por el couchsurfing improvisado.
Tras ello visita imprescindible a las Islas Cíes y recorrido tarde-noche por Vigo, una ciudad sin demasiado atractivo turístico en sí (Cómo olvidarse de las escenas urbanas e industriales de Los lunes al sol) pero que me sirvió para escribir un pequeño artículo que colgué por estos lares, tras cruzarme con dos monstruos del mar en forma de crucero.
Vigo tiene mucha vida cultural y una escena musical que produjo grupos tan míticos como Siniestro total, pero que sigue muy viva en unas noches que incluyen mucha música en directo y un ambiente que incluye garitos de tapeo de lo más nutritivo e interesante.
Y eso fue todo. Solo quedaba la vuelta en la repelente, lenta y cara Vibasa, que cobra la friolera de 20 euros por transportar tu bici. Todo ello tras unos disfrutados 1023kms.
Cortas e imprescindibles vacaciones. Ganan mucho si son en bici.

La ruta del día aproximadamente

  


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