domingo, 21 de mayo de 2017

Val de Zafán en cicloturismo y en familia

La Vía Verde Val de Zafán es un trayecto cicloturista que recorre parte de las provincias de Teruel y Tarragona por lo que fue el recorrido de un antiguo ferrocarril que comunicaba la Puebla de Híjar con Tortosa.
Aunque la intención original era prolongarlo hasta san Carles de la Rápita. La línea cerró en 1973 y, con los años, se reconvirtió en lo que es la actual vía verde de Val de Zafán-Baix Ebre.
Hemos recorrido esta vía en varias ocasiones, comprobando con tristeza como el tramo catalán no ha hecho más que mejorar a lo largo de los años. Mientras tanto la parte aragonesa, especialmente entre la Puebla de Híjar y Alcañiz no ha pasado de ser un pedregal infame, a menudo una simple pista agrícola, sin más infraestructura que los carteles que señalan la ruta y aún estos adolecen de mantenimiento en algunos tramos.




Aún así nos volvimos a animar el puente del 1 de Mayo.
Elegimos un mal fin de semana, dado que la climatología rara vez acompaña hasta llegar al Ebro y en este caso hizo frío del bueno. Aclarar que el viento viene en contra la mayor parte del año en muchas zonas y no es precisamente cálido, pues a menudo sopla desde los más de 2000 metros de la sierra turolense.
Hay quien hace la ruta de bajada en dos días y el tramo desde Alcañiz en solo uno, pero se antoja un tanto apresurado si se quiere disfrutar el recorrido.



En nuestro caso llevábamos un transportin con nuestra bebé, con lo que el peso añadido hacía que el pedaleo fuera más lento. Tras la experiencia parece recomendable prescindir del primer tramo, si se opta por la opción familiar, y empezar directamente en Alcañiz. La cantidad de pedruscos, algunos del tamaño de un puño, rodadas de tractor y la falta de toda infraestructura hasta llegar al pueblo de Puigmoreno, ya a un paso de Alcañiz, invita a ello.



De camino el paraje del Llano de Chumilla, zona de clima recio donde los haya y prácticamente despoblada. Junto a ella edificios del antiguo ferrocarril muy deteriorados y ni un alma, salvo algún rebaño y algún agricultor en su vehículo. Recomendable llevar buena provisión de agua y repuestos, pues en todo el tramo aragonés, excepción hecha de Alcañiz, no podrás conseguirlos.



Alcañiz es un buen lugar para reposar, aprovisionarse y, en nuestro caso, dormir.
Desde Alcañiz la cosa cambia, aunque aún queda un incómodo tramo cuesta arriba que se comparte esporádicamente con vehículos hasta Valdealgorfa.
Y en Valdealgorfa un descanso y abrigarse, pues nos espera el largo túnel de 3 km, sin iluminación, con firme irregular y mucha humedad. El recorrido hay quien lo encuentra estimulante y hay a quien le desasosiega. Hay una alternativa subiendo al pueblo y de allí tomando la carretera TE-711 dirección Valjunquera.



Y pasar el túnel supone encontrar una vía verde en excelente estado de conservación, con alguna leve subida pero que desde aquí empieza a descender hasta encontrarse con el Ebro y seguir, si se quiere, hasta el Delta.
La vía sigue pasando bastante alejada de cualquier pueblo hasta llegar a Bot, pero tiene varias paradas de fácil acceso en pueblos como Torre del Compte o Cretas. Por otro lado las vistas mejoran y mucho, con los puertos de Beceite al fondo y más arbolado. En nuestro caso, con el inesperado hallazgo de un pollo de cárabo, rapaz nocturna, caído del nido y que dejamos en el hotel de Torre del Compte que hay a pie de vía. Gracias por la colaboración a la amable propietaria.


Torre del Compte es un buen lugar para un descanso y el pueblo no está lejos de la vía.
Desde aquí la vía aún mejora más en el firme, hay una más que práctica fuente y la última subida hasta el precioso pueblo de Cretas. El olivo cede terreno al viñedo y los entendidos dicen que el vino de Cretas es realmente bueno.
En Cretas un buen albergue a pie de vía en el que conviene reservar con tiempo pues se queda pequeño muy a menudo.



Y ya todo bajada desde aquí. A un lado queda Lledó, última población aragonesa que bien merece una visita.
Ya en Cataluña la bajada se hace más pronunciada y merece una visita Horta de Sant Joan, privilegiada atalaya en la que es caro, muy caro alojarse, así que mejor buscar otro sitio donde pernoctar.


Eso sí, hay 10km hasta Bot, donde hay un bar con mucho encanto a pie de vía, pero el pueblo está bien para tomar un vermú. Podemos dar fe de ello.
Desde aquí, aunque ya nos habíamos encontrado con algún túnel, empieza el pasar un túnel tras otro en los que refresca lo suyo. También hay que llevar especial cuidado con otros ciclistas y caminantes. No todo el mundo tiene la misma pericia, muchos circulan sin reflectantes y no falta quien se bandea de un lado a otro del camino.


Buen lugar para una parada es la Fontcalda, donde, con buen tiempo, apetece hasta darse un baño. Desde aquí hay un eventual escape a Gandesa, desde donde hay buses tanto a Zaragoza como a Tortosa y Tarragona.


Parada entre tanto túnel en la antigua estación de Benifallet, llenita de domingueros y en la que es mejor reservar con tiempo si se quiere comer.
Túneles y más túneles (40 en total) y llegada al Ebro. El clima se suaviza y el paisaje cambia de nuevo a partir del histórico azud de Xerta.
Empiezan a aparecer los cítricos. Naranjos y un olor estupendo en primavera que llega hasta la vía ciclable.





En Xerta una estación muy bien reformada, fuente y un par de pastelerías de lo más interesante.
Desde allí y hasta Tortosa una sombra que se agradece y un Ebro que discurre a un paso de la ruta y que proporciona multitud de mosquitos a determinadas horas que es mejor evitar.



Se ha reformado la antaño fea llegada a Tortosa con una pasarela sobre el Ebro que ofrece una buena vista del casco histórico de la ciudad. Desde allí hay un paseo a la estación de bus y tren.



Vuelta a Zaragoza en el bus de Hife. Destacar la amabilidad del conductor que nos ayudó a cargar bicis y transportín. Las cosas van cambiando en el transporte público para bien, sobre todo por quien pone de su parte.
Y ganas de repetir una vez más, a ver si alguna autoridad ve la luz y se le ocurre mejorar el pedregal que es la mayor parte del tramo aragonés. En Cataluña lo han hecho y genera empleo y buena salud.


Ficha técnica
Val de Zafán, Terra Alta, Baix Ebre por vía verde y pequeños tramos de carretera
Distancia total recorrida: 155km (Todos los tramos de la Vía Verde más algún desvío)
Bicicletas: Orbea Travel y Aran, cubiertas Schwalbe Marathon Plus, alforjas Ortlieb, Norco y Bike bag.
Transportín Croozer 737
Billete tren a Puebla de Híjar, 8,10 euros.
Vuelta desde Tortosa/Zaragoza. Varias salidas al día con Hife 18,50 euros
Posibilidad vivac en algunas zonas de la ruta. 
Camping en Alcañiz, Arnes y Bot. Albergue ciclista en Cretas y Benifallet

Aquí el folleto en pdf de la parte catalana
Trayecto en Wikiloc Alcañiz-Tortosa


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